Reciban un cálido saludo para ustedes y sus familias desde la Parroquia de la Anunciación. Que Dios los bendiga a cada uno con abundancia.
Desde lo más profundo de mi corazón, me gustaría compartir algo que he estado observando en silencio durante los últimos meses. Les pido que comprendan que lo que comparto nace del amor y el cuidado que tengo por nuestra comunidad parroquial y por el espacio sagrado que compartimos para el encuentro con Dios.
Nuestra iglesia es un lugar sagrado de oración, la casa de Dios, donde venimos a encontrarnos con Su paz y Su presencia. Si bien es hermoso saludarnos al llegar con un apretón de manos o una sonrisa, les pido amablemente que evitemos mantener conversaciones largas dentro de la iglesia, especialmente antes de la Misa y de otros momentos de oración. Muchos llegamos temprano para orar y preparar el corazón en silencio, y las conversaciones pueden, sin querer, distraer a quienes desean recogerse en oración.
Si necesitan conversar o ponerse al día con alguien, los invito cordialmente a hacerlo fuera del templo, en el pasillo o en el Salón Gabriel, antes o después de la Misa. Así podemos mantener un ambiente de oración y tranquilidad para todos. Este pequeño gesto de conciencia marca una gran diferencia, y esta invitación se aplica tanto a las Misas dominicales como a las de entre semana, y a todos los servicios de oración.
En segundo lugar, me gustaría mencionar algo sobre el Rito de la Paz durante la Misa. He notado que algunos todavía se sienten inseguros al momento de dar la mano, probablemente por los efectos que nos dejó la pandemia. Sin embargo, ahora que seguimos adelante, los animo a redescubrir la belleza de este gesto tan humano y cristiano: extender la mano con respeto, mirar al hermano a los ojos, sonreír y decir: “La paz esté contigo.”
No es necesario caminar demasiado en este momento. Un saludo de paz a quienes están cerca de ti—a la izquierda, a la derecha, delante y detrás—es más que suficiente. Cuando lo hacemos con sinceridad y reverencia, seguimos construyendo un espíritu de unidad y respeto en nuestra familia parroquial.
Estos recordatorios no son correcciones, sino invitaciones llenas de cariño, para que nuestra iglesia siga siendo un espacio sagrado y acogedor para todos. Somos una sola familia que camina unida en la fe. Ayudémonos mutuamente a crecer en el amor, en la reverencia y en la alegría de estar juntos en la casa de Dios.
Gracias por su comprensión, su amabilidad y su apertura de corazón. Que esta semana esté llena de gracia y paz para ustedes y sus seres queridos. Y que sigamos, con pequeños pero significativos pasos, haciendo de nuestra parroquia un verdadero hogar de oración y comunión.
Con gratitud y bendiciones, P. Jomon Joy
Palabra del pastor - 23 de marzo 2025
Palabra del pastor - 16 de marzo 2025
Queridos hermanos y hermanas en la fe,
Espero que todos se encuentren bien y bendecidos. En este tiempo sagrado de Cuaresma, quiero extenderles una invitación muy especial a nuestro Retiro Cuaresmal en la Parroquia de la Anunciación, que se llevará a cabo del jueves 20 al sábado 22 de marzo, de 6:00 PM a 8:00 PM.
Este retiro será un momento precioso de reflexión, renovación y gracia. Cada noche dedicaremos una hora y media a reflexiones y charlas espirituales, seguida de la oportunidad de recibir el sacramento de la confesión, y concluiremos con la Santa Misa a las 7:30 PM. Ahora, sé lo que algunos podrían estar pensando… "Padre, tengo que trabajar." "Padre, tengo clases." "Padre, estoy demasiado cansado en las noches." Pues déjenme decirles algo: ¡La gracia de Dios no espera por nadie, pero nosotros sí encontramos excusas para retrasarla! Precisamente por eso hemos organizado el retiro en la tarde, para que todos—trabajadores, estudiantes y quienes tienen un día ajetreado—tengan la oportunidad de detenerse, respirar y hacerle espacio a Dios.
Todos necesitamos este tiempo para alejarnos de las distracciones y reflexionar sobre nuestro corazón, nuestra fe y nuestra relación con Dios. La Cuaresma no es solo dejar de comer chocolate o reducir el tiempo en redes sociales—es dejar de lado todo lo que nos impide escuchar la voz de Dios. Este retiro es la oportunidad perfecta para hacerlo.
Así que aquí está mi desafío para ustedes: Sin excusas. Sin retrasos. Sin "tal vez la próxima vez." Este es tu momento. Tu invitación.
Ven. Trae a tu familia, invita a tus amigos, motiva a los jóvenes y a los mayores. Juntos, preparemos nuestro corazón para la Pascua.
Cuento con cada uno de ustedes para ser parte de estos tres días sagrados. Que este retiro nos ayude a abrir nuestro corazón a la gracia, renovar nuestro espíritu y acercarnos más a Dios. ¡Nos vemos allí!