Queridos y amados feligreses de la Parroquia de la Anunciación:
¡Un saludo muy cordial para cada uno de ustedes!
Espero que este mensaje los encuentre bien y en la paz de Cristo. Les escribo para informarles que, desde el 15 hasta el 20 de junio, todos los sacerdotes de nuestra parroquia estaremos fuera, en Pensilvania, realizando nuestro retiro espiritual anual. Este es un tiempo sagrado para nosotros: un momento para hacer una pausa, reflexionar y renovar nuestro corazón y espíritu en la presencia del Señor.
Durante nuestra ausencia, los padres José y Livino de la Parroquia de San José han tenido la amabilidad de ofrecerse para celebrar la Santa Misa diaria aquí en la Anunciación. Les ruego que los reciban con cariño y los hagan sentir como en casa en nuestra comunidad parroquial. Su hospitalidad será muy significativa para ellos — y también para nosotros.
Tal vez se pregunten: ¿Por qué los sacerdotes necesitan hacer un retiro espiritual?
Así como Jesús muchas veces se retiraba a un lugar tranquilo para orar y estar a solas con su Padre, también nosotros necesitamos apartarnos de nuestras responsabilidades cotidianas para escuchar profundamente la voz de Dios, reflexionar sobre nuestra misión y renovar nuestro espíritu. Este retiro nos permite recargar no solo nuestra vida espiritual personal, sino también regresar con nuevas fuerzas y un amor más profundo por nuestro ministerio — por ustedes, nuestra querida familia parroquial.
Cuando los sacerdotes se acercan más a Dios, su predicación, su presencia y su servicio pastoral se vuelven más llenos de vida. Un retiro fructífero nos ayuda a servirles con más alegría, compasión, paciencia y sabiduría. De alguna manera, su propio alimento espiritual está profundamente unido al bienestar espiritual de sus sacerdotes.
Mientras estemos ausentes, si necesitan cualquier ayuda, por favor comuníquense con nuestra oficina parroquial. Kevin y Lupe estarán encantados de ayudarles en todo lo que necesiten.
En caso de una urgencia sacramental, no duden en contactar a las parroquias vecinas, que con gusto nos apoyarán durante este tiempo.
Y sobre todo, les pido con humildad: por favor, manténgannos en sus oraciones. Que este tiempo de retiro sea verdaderamente santo — un tiempo donde nosotros, sus sacerdotes, seamos tocados por la gracia de Dios y regresemos renovados en cuerpo, mente y espíritu — para amarles y servirles aún más profundamente.
Con todo mi cariño, mis oraciones y mi gratitud, P. Jomon Joy, Sch.P. Párroco, Parroquia de la Anunciación
Mensaje del Pastor – 8 de junio de 2025
Queridos y amados feligreses y amigos,
Reciban un cordial y afectuoso saludo desde la Iglesia de la Anunciación.
Después de servir aquí durante los últimos 10 meses, me siento verdaderamente bendecido de caminar junto a ustedes en este camino de fe. Agradezco de corazón su presencia, su dedicación y la forma en que muchos de ustedes llegan temprano a la iglesia, tanto entre semana como los domingos, para preparar su corazón para la Santa Misa. En especial, valoro profundamente su paciencia y comprensión cuando se les pide esperar fuera hasta que la Misa en curso haya concluido. Su respeto por la liturgia sagrada no ha pasado desapercibido, y se los agradezco con todo mi corazón.
Sin embargo, hoy les escribo con una petición sincera y humilde. Me duele como pastor ver que, en ocasiones, mientras algunos oran en silencio o se preparan espiritualmente para la Misa, surgen distracciones dentro del espacio sagrado de nuestra iglesia. Algunas personas usan el teléfono para enviar mensajes o navegar por contenido. Otras caminan por el templo hablando en voz alta o saludando a amigos, como si no estuviéramos en presencia del Señor en el Santísimo Sacramento.
Queridos amigos, recordemos: la iglesia no es simplemente un edificio; es la morada del Dios vivo. El sagrario no es solo un símbolo; allí está realmente Cristo. Cuando entramos en la iglesia, estamos pisando tierra santa. Apreciemos ese momento de gracia guardando silencio, reflexionando sobre nuestra vida, orando los unos por los otros y preparando nuestro corazón para los misterios sagrados que estamos a punto de celebrar.
No estoy en contra de saludarnos o de interesarnos por los demás; eso también es parte de nuestro amor cristiano. Pero les pido amablemente que dejemos esas conversaciones para después de la Misa, fuera del templo, para no interrumpir a quienes están orando.
Si este mensaje causa alguna incomodidad, les pido comprensión y perdón. Lo comparto solamente por amor a ustedes y al Señor. Sé que recibirán estas palabras con el espíritu de reverencia y unidad que siempre ha caracterizado a nuestra comunidad parroquial.
Por favor, les pido también que ayuden a difundir este mensaje. Ya sea compartiéndolo directamente, enviando una foto del mismo o simplemente hablando de ello con otros, trabajemos juntos para hacer de nuestra parroquia una verdadera casa de oración para todos.
Con gratitud y bendiciones, P. Jomon Joy, Sch.P. Párroco – Parroquia La Anunciación Nueva York